Genesis nunca me gustaron, siempre me parecieron un grupo de teatro con música.
Cuando tienes quince años en 1974 estás a otras cosas. Escuchaba constantemente Relayer de Yes y USA de King Crimson. Tal vez porque Robert Fripp estaba en
su primer disco, comencé a seguir los pasos de Peter Gabriel desde el principio de
su carrera en solitario. El ex-Genesis no tenía un estilo definido, que para mí no
encontró hasta su tercer disco.Un día llegué a casa con su segundo disco,ese al que
ahora llaman "Scratch" Cuando compraba la música en vinilo, solía mirar los créditos
mientras escuchaba el disco por primera vez. Había un tema titulado "DIY" en el que
el bajo sonaba diferente. Imaginé que aquello era el Stick que aparecía junto al
nombre de Tony Levin en la carpeta del álbum. Esa fue la primera vez que escuché
un Chapman Stick, a finales de los 70. Justo cuando me acababa de comprar un
Fender Jazz Bass del año 70 de segunda mano. Después de unos años tocando con
bajos prestados y copias baratas, podía disfrutar tocando un instrumento legendario.
Así que, no hice mucho caso al Stick, ni a Tony Levin. Seguía ciegamente pegado
a mis influencias de siempre, Jack Bruce, Jack Casady y John Entwistle.
Durante los dos años siguientes me había ido fijando cada vez más en Tony Levin.
Ahora esperaba que apareciera en el nuevo disco de Gabriel en el año 80. Cuando
escuché "I don`t remember" me planteé que me gustaría tocar ese instrumento del
que todavía no tenía ni idea de cómo era. Eran otros tiempos, no había tanta
información, ni posibilidades de conseguir la poca que había. Llegaron más bajos,
un Kramer,un Fender Precission del 71 y el Music Man StingRay,que se convertiría
en mi bajo principal durante años y el único instrumento de cuerda nuevo que me 
he comprado. Los instrumentos de segunda mano tienen vida propia. No recuerdo
cuándo fue la primera vez que vi la fotografía de un Stick, probablemente fue algún
anuncio de los que solían aparecer en la revista Guitar Player. 
Un extraño instrumento con un sonido bello y explosivo. Un día escuchando la radio
sonó una canción del nuevo disco en 1983 de Joan Armatrading. Impulsivamente 
fui a comprarlo, no me equivocaba: "I love you when you call me names" era Stick
explosivo. Bajo la canción de la compositora británica estaban Tony Levin, Jerry
Marotta, Larry Fast y Adrian Belew. Un lujo de disco. Ahí me di cuenta de que 
quería uno de esos instrumentos para mí. No importa cuánto tiempo tendría que 
pasar.Muchos años después, un músico de mi ciudad que tenía dos me prestó uno. 
Era uno de esos negros de policarbonato. Que no tenía posibilidades de quintado. 
Recuerdo que tenía que afinar el instrumento en el traste 12 de las cuerdas de 
melodía y en el 7 de las cuerdas de bajo. Manía que todavía conservo. 
En 2007 conseguí mi instrumento.No podía ser de otra forma, era de segunda mano.
Gullermo Cides me facilitó las cosas. El Stick te cambia, te hace crecer como 
instrumentista y se adapta a cualquier tipo de música que hagas. Me sirve como 
controlador cuando hago música electrónica y hace bajos profundos cuando toco 
con mi banda de reggae.